A la hora de aplicar una remodelación
a nuestro hogar, disponemos de un presupuesto limite que no podemos exceder, el
problema es cuando requerimos de alguna reforma o remodelación y ese presupuesto
es en extremo limitado, obligándonos a realizar recortes que pueden terminar
por afectar el resultado de la imagen final y la estructura que tanto buscamos,
en este caso tienes dos alternativas.
La primera es simplemente postergar la
reforma y esperar el momento adecuado donde cuentes con un presupuesto más
extenso, o dos, adaptarte y realizar los cambios de manera inteligente, para
minimizar los riesgos de desastre y no quedarte corto en el camino.
Para ello debes enfocarte por igual en
los elementos que más te agradan y desagradan de tu hogar, en una reforma
total, generalmente desmantelamos y rehacemos todo para conseguir el resultado
deseado, en este caso, ¿porque no simplemente mejorar solo aquello que resulta
negativo y conservar con mínimos cambios aquello que nos gusta en este momento
de nuestro hogar?
Minimiza gastos en materiales, recicla todo lo
que puedas, si tu piso es de madera y se encuentra en buen estado, simplemente
opta por una restauración superficial y mantenimiento, así como con cualquier
mueble o elemento que lo requiera, en lugar de reemplazar. También trata de
convertir algún elemento actual en otro con alguna inversión mínima.